jueves, 27 de junio de 2013

Francia, otra manera de actuar.


Lejos de la reforma de Wert, tras las promesas electorales de François Hollande de revitalizar la educación nacional, el ministro de Eduación, Vicent Peillon, anunció que contratará a 10.000 licenciados en paro en centros conflictivos de secundaria. Ello se sumaría a los 60.000 puestos de educadores nuevos previstos para los próximos cuatro años por la nueva ley de Educación, aprobada este martes por el Parlamento.
Al leer esta noticia en la prensa, me vienen a la mente los comentarios de varias personas que presumían hace ya algún tiempo de apolíticas, apoyadas y salvaguardadas bajo la sentencia acusadora "todos son iguales". No lo creo. En Francia, un gobierno de orientación opuesta a la del español toma unas medidas que crean empleo, al mismo tiempo que invierte en la Educación. A mi parecer, juzgo dichas decisiones como las apropiadas a los tiempos de crisis que Europa atraviesa. En las antípodas de este pensamiento y forma de actuar, encontramos a España y a su ministro José Ignacio Wert cuya reforma educativa deja sin futuro a muchos jóvenes españoles que no reúnen las condiciones necesarias para obtener una beca. Así mismo, nuestro gobierno en lugar de crear empleo, lleva a cabo unos recortes y ajustes que bloquean las puertas a sus gobernados. 
Deberíamos retrotraernos a los tiempos en los que la mejor lana merina extraída de las ovejas españolas era exportada a Europa. Acto seguido, los países que habían importado la lana la ponía en venta en forma de producto manufacturado a precios más altos. Así, del mismo modo, España se deja marchar su mejor materia prima porque en su propio país no hay oportunidad de darle forma ni futuro. 

miércoles, 26 de junio de 2013

Gracias por el reconocimiento


Gracias por la recomendación y reseña de mi blog a la Asociación de vecinos y vecinas de El Palo.
"Alguien que está lejos y es una gran artista. Nekane vive actualmente en Canadá, una joven que se ha ido a labrarse el futuro que en su país no encuentra. A través de su blog podemos conocerla y conocer su obra".
Visita su página con una gran oferta cultural.
http://www.elpalo.org/index.php?mod=articulos&secc=noticias&id=4137

Catástrofe en la gran ciudad


Afectada por una fuerza natural que arrastra y devasta una gran ciudad, Calgary. El agua se desborda del cauce y los que fueron hogares, ahora son despojos sumidos en el fango. Miles de personas han sido evacuadas, muchas de ellas acogidas por familiares o amigos en lugares elevados de la ciudad, entre las cuales tengo la fortuna de hallarme. Una urbe que supera inviernos de menos cuarenta grados ha sido paralizada a lo largo de una semana por las terribles inundaciones que la asolan.
Hoy volvemos a nuestras casas, la normalidad se hace patente, los negocios se recuperan y el transporte público vuelve a circular con regularidad. Después de esta experiencia de evacuación y acogida, agradecida a mis amigos cuya casa ha sido mi refugio en esta prolongada coyuntura, me siento afortunada de no haberme visto damnificada por mayores obstáculos que la ausencia de electricidad y transporte.

jueves, 20 de junio de 2013

Final de curso


Se acaba el curso con noticias desoladoras: "Más de 30.000 estudiantes universitarios, el 2,3% del total, se arriesgan a ser expulsados de los campus españoles por no poder hacer frente al pago de las matrículas".

Fin de curso. Evaluación, mirada atrás al camino recorrido para volverla hacia el horizonte, más alta y más sabia. Momento de consideración de caídas, de errores y de aciertos. Se nos sobreviene la cuestión, ¿hemos aprovechado el tiempo?, ¿dejamos algo sin exprimir?, ¿nos dieron la oportunidad?, ¿pudimos afrontarlo?
Quizás hubo gente en ese camino que vio y no pudo alcanzar, como quimeras de algo que podía haber sido, dentro de burbujas de aire, pompas de jabón que no explotaron a su paso porque, según dicen, no hay para todos. Son sueños y proyectos que se desprenden de nuestras sendas... Pretenden que no luchemos por ello, que dejemos volar dichas burbujas de formación, de futuro, de algo tan necesario como legítimo.


miércoles, 19 de junio de 2013

Fantasía


Aún puedo recordar la intensa ilusión que en mí despertaba la espera de los dadivosos Reyes Magos o el laborioso Ratoncito Pérez. Aún puedo recrearme en su aspecto que yo imaginé tan real como mi propia existencia. Asimismo, jugué hasta edad tardía con mis muñecos y no siempre reproducía los cuadros familiares o sociales que yo podía haber memorizado, también imaginaba y fantaseaba con mundos mágicos en los que había princesas, caballos voladores o dragones y caballeros. Aún hoy imagino y fantaseo, rememoro, recreo e invento.
Recientemente tuve conocimiento de nuevas líneas pedagógicas que creen que lo más apropiado es no alimentar la fantasía del niño porque estamos cayendo en un acto vil al aceptar que existe algo que realmente no y por lo tanto si cuando el infante duda y se pregunta por la existencia de sus fantasías, nosotros las alimentamos, les estamos mintiendo, les damos pábulo. ¿No existe?, ¿acaso no existe en nuestra mente?, ¿tenemos autoridad para negar al niño la existencia de algo suyo, una creación propia o que ha hecho propia?, ¿es esto negativo? Dicha pedagogía se apoya en que dichas revelaciones de verdad producen traumas inapreciables en el niño que es capaz de superar casi de manera inmediata.
Mi naturaleza, mi experiencia y conocimiento no me permiten creer en que esta actitud sea la acertada. De hecho, considero que la imaginación y fantasía desde la más tierna infancia son necesarias para un pleno desarrollo en la plenitud de la vida adulta. Estas actividades creadoras de nuestra mente cimientan el arte, la creación científica y técnica, tal y como Vigotsky ya hizo explícito en su ensayo sobre La imaginación y el arte en la infancia.
Nunca deberíamos aniquilar la aptitud creadora del ser porque es parte de nuestro desarrollo y de nuestra existencia, alimenta nuestros sueños que son la base de la innovación, individual y colectiva, reflejo hay de ello en la historia. He aquí un eje generador de cambio y progreso.

martes, 18 de junio de 2013

Clases



Hay clases y clases. Nos gusta aparentar, que haya un rincón algo elevado, un recuadro, no hace falta más de un metro cuadrado bien diferenciado de la zona de la gente que no destaca o que no le da la gana destacar. Por supuesto, dicha zona privilegiada tiene que estar apartada y separada. En ella se agolpan hombres y mujeres muy arreglados, a la última en moda, maquillaje y gimnasio, brillantes y a mechas, apretados con pitillos y vestidos, marcando lo que ha costado tanto mantener, esconder o en su defecto hacer más protuberante. Es más, ese rincón puede oler mal, puede resultar incómodo, puede estar sucio pero qué bien estar en un lado en el que todos te miren con envidia y curiosidad, "¿quién será?, ¿cómo se podrá acceder?, ¿podré entrar yo?".
Sigamos con la disección fuera, a la entrada de la discoteca. De nuevo, se forman dos grupos, personas que desean entrar y personas que tienen el acceso asegurado e incluso recomendado. En este momento, la gente que se agolpa esperando la mirada benévola del portero mira detenidamente a la cola de VIPs buscando a alguien que pueda otorgarle por una noche el ascenso y reconocimiento social. Otros simplemente esperan y piensan "¿qué hago participando en esta pantomima?", porque aunque parezcan renegados, ellos también esperan acceder de manera privilegiada. Al fin, unos pocos afortunados pasan por al alfombra que conduce a la pista prometida.
Volvamos dentro del popular tugurio. Nada más entrar nos topamos con una pared de cartón con publicidad impresa que hemos visto en tantas revistas y programas de tertulia y corazón televisados, es el photocall. He ahí, otra manera de equidistar nuestra humilde existencia a la de los VIPs, "corre, saca el móvil, sácame bien. Ésta no me gusta. Que la quiero subir al facebook". Una vez que el lugar se llena y que están hechas las distinciones, el populacho reincide, se acerca a la barra y después de unos empujones, unas copas derramadas en el mejor traje de su armario, unas discretas llamadas al camarero, en un último intento de diferenciarse, pide la copa más cara, con sus complementos, sus colorines, sus aromas, eso que dicen, que has oído que es delicioso al paladar y que pinta bien de cara a tu círculo.
Acaba la noche, "¡atención!, es la última oportunidad de salir en el photocall"... todos salen por la misma puerta, como ríos que van a dar a la mar.
Siento la perspectiva, pero pese a todo pertenezco al populacho,
 aunque he tenido la oportunidad de sufrir, digo, disfrutar del lujo.  

lunes, 17 de junio de 2013

Pequeñas víctimas



A Elías y su mamá.
Pequeñas víctimas de una sociedad de consumo y capitalismo. Violando su derecho a la salud, los infantes están expuestos a las perversas técnicas de venta y consumo de compañías cuyo único propósito es obtener beneficios, "ser rentables", para sí mismas.... poderoso caballero...
El niño, ávido de aprendizaje, busca un ejemplo, una actitud que imitar, mira, oye, huele, prueba, toca y moldea dicho ejemplo. Así, según lo que observe, hace; según lo que oiga, repite; según lo que huela, remite; según lo que pruebe, desea; según lo que toque, vuelve. Paso a paso, la herencia y el entorno conforman al pequeño y se presentan obstáculos. Dichos obstáculos desencadenan pequeñas frustraciones que debe superar para que en un futuro pueda llegar a ser un adulto maduro, que se adapte a las situaciones que se le presenten. Pero después de todo, se da el hecho de que nos encontramos que los referentes de dichos infantes evitan que se enfrenten a dichos obstáculos, facilitando un proceso opuesto a la maduración natural, pues otorgan al niño lo que pide, a pesar de ser perjudicial. A todo ello se suma la despiadada publicidad que persigue atraer al inmaduro menor al consumo de productos inmundos para ganar una inmensa cantidad de dinero... poderoso caballero...
Con esta coyuntura se encontraban los publicistas que se reunieron en una conferencia de marketing en Singapur. Dichos hombres y mujeres de negocios hicieron traer a escena a media docena de niños, entre 10 y 14 años, para ser entrevistados a propósito de sus gustos y preferencias. Los pequeños comenzaron a participar de manera tímida. Cuando se les preguntó qué les gustaba comer y beber, muchos dijeron famosos platos y bebidas de renombradas cadenas de comida rápida, mientras los publicistas reían y aplaudían entusiasmados por la efectividad de sus métodos. Elías, un delgado niño de 14 años, con redondas gafas había permanecido callado hasta que se armó de valor y dijo "A mi madre no le gusta que yo beba Coca-Cola. Ella dice que es malo para mis dientes". Nadie se rió. Los ejecutivos de Coca-Cola formaban parte de la audiencia. Rápidamente el asunto fue olvidado como si el valiente Elías no hubiera dicho nada.
Este afortunado niño encontró un referente digno, que le hizo superar una frustración, una dificultad y con ello madurar. Aún así, la presión publicitaria, la ignorancia, la propia sociedad... nos incita a caer .


jueves, 6 de junio de 2013

Dicen los viejos...


Al estar a este lado del océano, lejos de mi nativa tierra, escucho las melodías que forman parte de mi infancia, que tan gratamente comparto con mis hermanas. Recuerdo cómo nuestros padres nos enseñaban a hacer camino al andar en un Seat málaga de un azul tostado al sol y algo cuadrado en sus formas. En su interior escuchábamos a aquellos cantautores que desvelaban la realidad de una España que de nuevo podía alzar la cabeza, con rumbo hacia la libertad, libertad, sin ira libertad.
Aún, dicen algunos viejos, y no tan viejos con mente vieja que este país necesita palo largo y mano dura; que no se nos dé rienda suelta que todos aquí llevamos la violencia a flor de piel. Como decía la canción, guárdate tu miedo, cantemos a la libertad y luchemos por ella. Los jóvenes contestatarios y brillantes que dieron la espalda a Wert demuestran que no nos vamos a rendir a la estulticia, que actuamos sin miedo, sin violencia y con razón, porque es tiempo de creer que tiene que llover a cántaros, una lluvia que cambie, que arrastre la maldad y la injusticia. Algunos seguirán dormidos pero no nos contagiarán.
Es tiempo de vivir y de soñar. Recordemos también que murió el poeta lejos del hogar, pero sin dejar de pensar en su patria, sin dejar de soñar por su renovación. Muchos de nosotros nos sentiremos como cuando el poeta es peregrino, pero la libertad nos es legítima y no podremos dejar de soñar y de vivir, aunque moleste.

domingo, 2 de junio de 2013

No hay fronteras.


A Terry Fox.


Esta semana conocí la historia de este joven, Terry Fox. Terry murió un mes antes de cumplir los 23 años debido a un cáncer de pulmón. La enfermedad se reprodujo incluso después de habérsele amputado la pierna derecha por un anterior cáncer de rodilla. A pesar de las grandes limitaciones y sufrimiento que dicha amputación le produjo, no quiso dejar de vivir y retarse. Se propuso recorrer la vasta anchura de Canadá y soñó con la recaudación de al menos un dolar por canadiense. Después de iniciar tal valerosa hazaña, de haber recorrido la distancia de una maratón durante 143 días, tuvo que retirarse y pidió que se terminara en su lugar. El Maratón de la Esperanza, que así se llamó dicha carrera, se ha convertido en una leyenda y un hecho, pues aún hoy se realiza en diferentes partes del mundo y recauda dinero para la investigación del cáncer.
Este joven, apenas dos años menor que yo, se propuso que mientras viviese, se probaría a sí mismo que era merecedor de vivir. He ahí, la fortaleza del ser humano, que puede verse anulada solo y únicamente por él mismo. Vivimos una vez con una posibilidad de desarrollarnos, de luchar por aquello que queremos y soñamos, y no nos podemos rendir, no debemos decir que nuestra situación es injusta, que tenemos mala suerte, que no somos capaces. Debemos coger la vida y exprimirla, las dificultades no nos pueden paralizar, son una oportunidad de superación única, de alcanzar fronteras que creíamos inamovibles, de alcanzar cimas que creíamos imposibles, de vivir.
Asimismo, no deberíamos olvidarnos de que no viajamos solos, tal y como Terry declaró, él no era el único que sufría dichas limitaciones, no estaba solo, y luchó por todas aquellas personas que sufrían y por un futuro mejor para las venideras. He aquí un valor que hoy se presenta prácticamente en desuso, la solidaridad humana, el sentido de comunidad, de sociedad. Despertemos y rompamos la burbuja que no nos deja ver la riqueza de la vida, del mundo y de las personas que nos rodean.
A Terry, que amaba este mundo, que amaba la vida.
"No estoy preparado para dejar este mundo".